Senderos de libertad

Mercedes SanchezNoticiasLeave a Comment

Este fin de semana hemos vuelto a reencontrar a la sociedad zaragozana con su traumático y reciente pasado.
La «andada»de Fuendetodos «Senderos de libertad. Evasiones». Nos ha facilitado el acceso a una historia ocultada más.

Grupos de anarquistas, tras la toma de la ciudad de Zaragoza por la traición de Cabanellas, se organizan para la resistencia.

Se crean centurias cuyo objetivo final será recuperar la ciudad para la causa republicana y de tener los masivos asesinatos que los militares estaban cometiendo.

Mientras llegaba ese momento (que desgraciadamente nunca se dio) de nueva insurrección, estas personas, en la más estricta clandestinidad, como es obvio, se dedicaron a crear una red de evasión que, por los montes de Torrero, salvaron cientos de personas de una muerte cierta llevandolos, en una extenuante marcha nocturna, que estos días hemos experimentado, a la seguridad de la zona republicana en Fuendetodos.

Este fue uno de esos momentos históricos de los que la ciudadanía zaragozana debería sentirse orgullosa. Sí así no ha sido es porque, una vez más, esta historia fue ocultada.

Era un esfuerzo solidario inmenso, arriesgar la vida en esos viajes para salvar otras vidas.
La duración fue breve, de octubre del 36 a Febrero o Marzo del 37, era lógico dada la escasez y precariedad de medios de una organización clandestina en esos terribles momentos de nuestra historia.

Pero, de la misma manera que nos hemos dado el más bello memorial de España para recordar a nuestros vecinos y vecinas asesinados tan injustamente; la ciudad de Zaragoza y en concreto ese «Torrerico libertario» del que se hablaba en escritos contemporáneos a estos hechos, debía recordar a estos «héroes olvidados».

La paliza mereció la pena, nosotros solo nos arriesgábamos a unas agujetas, ellos podrían ser asesinados o torturados, pero siguieron «trabajando para la eternidad».
No nos olvidemos, ni les olvidemos.

Ángeles Ramo, fallecida en 2002, hija de quien fue el primer alcalde republicano de Fuendetodos, Baldomero Ramo, detenido junto a varios de sus compañeros a principios de agosto y ejecutados el 2 de septiembre.

Contaba que tras la liberación del pueblo por elementos de la columna Carod, y hasta la ofensiva de marzo de 1938, Fuendetodos fue línea de frente. Ella contaba cómo llegaban los huidos de Zaragoza, las labores que los jóvenes del pueblo militantes de la Federación Ibérica de las Juventudes Libertarias realizaron para atenderlos y cómo se organizaba su salida hacia las poblaciones en manos de los republicanos, donde tenían familiares o sencillamente pasaban a ser evacuados

Ella lo sabía perfectamente pues fue la secretaria local de la FIJL, como aparece reflejado en su expediente de responsabilidades políticas, a pesar de que solo tenía 16 años en 1936.

Nunca dijo la cantidad de huidos que pasaron a Fuendetodos. Solo decía que habían sido muchos y que quienes arriesgaban sus vidas para sacarlos era gente de un gran valor y que algunos salieron a realizar la misión y no volvieron. Hasta el inicio de la batalla de Belchite hubo grupos de huidos. Luego ya fue casi imposible poder sacar a gente de Zaragoza.

Preparando la salida

Comenzando la andada

Algunos de los participanes

Fotos Mercedes Sánchez

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