Aragoneses En La URSS (1937-1977), El Exilio y La División Azul
Transcurridos más de setenta años desde el final de nuestra contienda civil, mucho se ha escrito sobre los innumerables compatriotas que hubieron de buscar refugio en una sombría Europa que se deslizaba inexorablemente hacia el desastre. Bien conocida es la tragedia sufrida por quienes tuvieron la mala fortuna de ser enviados a los campos nazis, o la epopeya protagonizada en las montañas francesas por quienes optaron por enfrentarse con las armas en la mano a las fuerzas de ocupación germanas. Mucho menos conocidos, por el contrario, son los rocambolescos avatares vividos por los ciudadanos españoles que por esos mismos días se verían involucrados en el devenir de los acontecimientos en los lejanos territorios de la hoy ya desaparecida Unión Soviética. Los alumnos pilotos sorprendidos en Kirovabad por eltérmino de la guerra española, los niños evacuados a Ucrania o la Rusia europea y los exiliados afines al Partido Comunista que se refugiaríanen aquel país sufrirían en carne propia la terrible embestida de la Operación Barbarroja y buen número de ellos se sumarían a la titánica lucha entablada en el Frente del Este. Tampoco se conoce en profundidad la peripecia vital de los hombres que de forma voluntaria o forzados por las circunstancias formarían en las filas de la División Azul para enfrentarse bajo las banderas del Eje a las fuerzas del Ejército Rojo. Etiquetados como héroes propios por el régimen de Franco o estigmatizados sin más como faná- ticos partidarios del fascismo por sus opositores, por lo general sólo serían hombres que intentaban salir adelante en un mundo sometido al albur de fuerzas ciclópeas. Lo mismo podría decirse de quienes optaron libremente por desplazarse hasta un Tercer Reich abrumado por la guerra para trabajar en las grandes factorías que sostenían el esfuerzo bélico alemán.
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