Tengo que reconocer que estoy intentando salir de ese analfabetismo en ciertos temas en los que nos sumió la dictadura.
La primera vez que oí UMD o los UMEDOS, poco sabía de qué me estaban hablando, Unión Militar Democrática, y que era aquello?
En palabras de Restituto la UMD,
«eran un grupo de oficiales descontentos con el franquismo, que pretendían pacíficamente transformar las estructuras del ejercito, para que fuera un ejercito democrático y colaborar a que el país entero fuera un estado de derecho».
Durante el curso pasado una iniciativa de la Fundación Bernardo Aladrén y ARMHA, llevó a los institutos que era la UMD y que es lo que intentaban conseguir.
Tuve la suerte de ser yo quien intentó hacer llegar a nuestros jóvenes lo que perseguimos las asociaciones de memoria, y tuve el lujo de compartir mesa con Fernando Reinlein, uno de aquellos UMEDOS, como despectivamente los apodaron los mandos.
En 1974 un grupo de militares alentados por la revolución de los claveles querían lo mismo para nuestro país. Pero España es diferente y en esto también lo fué.
A punto estuvieron de ser fusilados, fueron juzgados y condenados a cárcel.
Restituto fué condenado a cinco años de cárcel, no los cumplió todos ya que llegó la democracia, pero tampoco fué amnistiado con la ley de amnistía del 77, esa a la que los jueces se agarran para eximir a los asesinos y torturadores franquistas.
Fué una amnistía especial del gobierno que les devolvió la libertad aunque no sus carreras, Restituto tardó 11 años en que le devolvieran su estatus militar.
Sus palabras en un manifiesto contra el franquismo en las fuerzas armadas:
“Parece que nadie se ha parado a pensar que la realidad histórica constituida por un golpe militar, una guerra civil y una dictadura de cuarenta años, no constituyen un fenómeno opinable, en tanto en cuanto, se han perpetrado, con esas acciones, los delitos incuestionables de Traición, Terrorismo y Genocidio, con un millón de muertos en el conflicto y cientos de miles de represaliados, igualmente asesinados.
Los delitos citados, llevados a cabo por la dictadura fascista, no prescriben y aunque sus autores hayan ido desapareciendo, con el paso de los años, en algún momento van a tener que juzgarse los hechos y establecerse las correspondientes responsabilidades. Esa jurisprudencia representará, para los siglos venideros, un valioso acervo para juzgar aquellos hechos que la humanidad condena.
El «Resti» como lo llamaban sus amigos falleció el pasado miércoles a los 83 años de edad.
Y que mejor como despedida las palabras que ha escrito su amigo y compañero Fernando Reinlein,
Mercedes Sánchez
