Michonneau, Stéphane
Belchite, situado a pocos kilómetros de Zaragoza, ofrece un panorama casi único dentro de España: dos pueblos contiguos en el espacio, pero distanciados en el tiempo. De una parte, tenemos el pueblo viejo, resultado de una feroz batalla de la Guerra Civil y que se conserva en ruinas desde entonces. De otra, el pueblo nuevo, el pueblo de la reconstrucción y la posguerra, en el que continúan viviendo los belchitanos. Este juego de espejos, aún vigente, invita a reflexionar sobre la Guerra Civil; sin que por ello debamos olvidar que este pueblo mártir, destruido, conservado y reconstruido, ha de analizarse desde la perspectiva más amplia de las posguerras europeas del siglo XX.
L1-F1