Hoy hace 71 años que la ONU lanzó al mundo, tras la terrible Segunda Guerra Mundial, la Declaración de Derechos Humanos.
Así como la Alemania nazi fue juzgada después de la guerra, con unos parámetros judiciales especiales, basados precisamente en los derechos humanos universales.
La España de Franco, sin embargo, recibió, a los pocos años, un enorme espaldarazo por parte de los Estados Unidos y sus aliados occidentales, qué, olvidándose de su pasado de alianza con los nazi-fascismos europeos y con el telón de fondo de la Guerra Fría, decidieron que su anticomunismo y su situación estratégica valían más que los derechos humanos de los españoles.
Es de reconocer qué años después, la ONU, a través de los relatores que ha ido enviado a nuestro país, ha exigido que se termine con la impunidad de los crímenes franquistas y se apoye a las víctimas de este Régimen, entre otras medidas, con la derogación de la Ley de Amnistía, medida preconstitucional del 77 que constituye una auténtica ley de «punto final» en nuestro país.
A estas alturas nuestro país, que se jacta de firmar convenios internacionales de derechos humanos y enviar delegaciones y tropas en misiones de paz, sigue protegiendo a torturadores, sigue sin investigar y desenterrar fosas en las que hay miles de españoles desaparecidos, sigue sin devolver su identidad a los niños robados y multitud más de tareas, propias de una democracia, trás un régimen dictatorial y asesino como el que sufrió nuestro Estado.
Recordardamos hoy esa maravillosa Declaración de Derechos Humanos que, por desgracia, no se cumple la mayoría de los países del mundo y en nuestro país tampoco.
Olvidarse de las víctimas de la represión franquista no es solo criminal, es también peligroso. Los jóvenes no conocen el trauma por el que pasó España y si no se conocen los hechos ni como se llegaron a producir, las circunstancias pueden repetirse.
Día de alegría hoy al recordar esta Declaración, pero también día triste por la poca repercusión que ha tenido entre nosotros y en el mundo en general.
Luchemos cada día para que, cada año, estemos más cerca de ese ideal, también en nuestro país.

10 de diciembre de 1948