Se ha presentado en el Ayuntamiento de Zaragoza, una moción para el reconocimiento de la UMD y Luis Otero Fernandez, el fundador, junto a otros jóvenes oficiales del Ejército español, de la UMD en 1974, por lo que fue juzgado y condenado a ocho años de prisión, sin que se le devolviese su grado y fuese readmitido en el Ejército hasta 1987.
RECUERDO DEL COMANDANTE OTERO y A LA UNIÓN MILITAR DEMOCRÁTICA DE ARMHA
Corrían malos tiempos para las dictaduras. Los militares portugueses, hastiados por las sangrientas e inútiles guerras coloniales, hacían su revolución al ritmo del GRANDOLA VILA MORENA y la ciudadanía adornaba los cañones de los fusiles con flores, era el año 1974,y la REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES comenzaba su ilusionante andadura.
En el país vecino, hermano hasta en su sistema político, el estamento militar ,tan maltratado por el dictador, era sin embargo, su mayor valedor. Era la España de los vencedores ,asentados en sus glorias pasadas, ensalzados hasta la saciedad por las instituciones, sin ningún atisbo, al menos en el mundo castrense, de aperturismo político.
La sociedad civil, por su parte , a pesar de no conseguir expulsar del poder al dictador a imagen de nuestros vecinos, si comenzaba a otear un cierto horizonte de libertades políticas.
A las luchas sindicales se unieron las universitarias…la resistencia antifranquista buscaba contactos entre los miembros más aperturistas del Régimen llegando a ese proceso que ha venido en llamarse la Transición, a la muerte del dictador.
Nada parecía moverse tras los muros del BUNKER, menos aun entre quienes eran los que lo defendían :ruido de espadas, amenazas de involución, de golpe militar ,algaradas callejeras y movimientos ministeriales .El ejercito seguía enrocado tras la figura del llamado Generalísimo dispuesto a defender el Movimiento más allá de la muerte de este.
Sin embargo, algo se cocía desde hacía tiempo en las bases de la monolítica institución militar. Si en las alturas , algunos generales , acusados de traidores por los franquistas más acérrimos comenzaban a adaptarse y colaborar con la nueva situación política aperturista, en los cuartos de banderas a nivel de jefes de batallón y de oficiales subalternos, un número no muy grande pero muy motivado de capitanes y comandantes, bregaba por democratizar lo más posible al ejercito desde dentro. Se jugaban su carrera y el prestigio ante sus compañeros, eran muy conscientes de ello, pero creían que el esfuerzo valía la pena.
La disciplina militar nunca es una broma. Los militares de alto rango obligados por las circunstancias a acatar una Constitución y unas autoridades en las que muchos no creían, no olvidarían a estos subordinados suyos que se atrevieron a cuestionarlos desde la base. Sucedió pues que se convertirían a su pesar, en los chivos expiatorios, en material sacrificable, un pago aceptable pagar las nuevas fidelidades ante la nueva clase política.
Expulsados del ejército, tardarían décadas en ser mínimamente reparados en sus vidas y carreras, nunca económicamente, aunque esto siempre les ha parecido lo menos importante, por una Democracia que siempre se mostró cicatera con ellos.
En estos días pasados ha muerto uno de los puntales más importantes de esta organización clandestina, el comandante Otero, y conviene recordar que esto también es MEMORIA HISTÓRICA.
Todos los ciudadanos y ciudadanas represaliados por su lucha por la Democracia tanto los que llevaban uniforme como los que no (estos aun más por la enorme presión de su entorno) deben ser reconocidos por su sacrifico y conocidos por las generaciones venideras, ellos más que nadie les deben mucho más de lo que creen.
Seamos sinceros, a la oposición al Régimen nunca nos gustaron mucho los uniformes, la represión militar franquista los portaba .Así que se vieron atrapados entre dos mundo, los que los rechazaban y los que no terminaban de aceptarlos.
A pesar de eso tuvieron el coraje de asumir las consecuencias de unos actos que iban en beneficio de una sociedad que fue con ellos ruin y olvidadiza.
Es por todo esto que nos sumamos a la moción que pide un reconocimiento a los militares de la UMD.
Hace falta, también en este caso VERDAD, JUSTICIA y REPARACIÓN.
Esperemos que este pedazo de nuestra reciente memoria democrática sea recordado, no solo por una mención o una calle que haga que nuestros jóvenes se pregunten que será eso de la UMD y porqué le habrán dedicado una placa y una calle, sino que estos ciudadanos, como todos que conformaron esa pléyade de asesinados, torturados, represaliados, humillados, esquilmados, exiliado, encarcelados, desaparecidos, tengan también un espacio físico, en el dos veces aprobado CENTRO DE MEMORIA HISTORICA DE ARAGÓN EN ZARAGOZA, para seguir luchando por preservar su legado de coraje y filantropía que todos ellos y ellas representan.
Enrique Gómez Arnas
Presidente de ARMHA
Fué aprobada por unanimidad