Este pasado domingo, seis de febrero, los veintiséis angüesinos volvieron a descansar en el mismo lugar donde los asesinos fascistas los habían arrojado hace 85 años.

Y algunas voces dirán, ¿para que tanto alzar el tono si al final van a estar en el mismo sitio?.

No os extrañéis hay personas, bueno se supone que lo son, que lo dicen.

Pues la respuesta es sencilla, ahora si, los familiares saben donde están sus restos, han sido identificados, depositados en cajas individuales y vuelven a reposar juntos, como lo han hecho tantos años, debajo de una placa donde se recuerdan sus nombres, y el vil asesinato que sufrieron.

Los deseos de Martin Arnal, recientemente fallecido, de recuperar a su hermano Ramón, encontraron eco en las asociaciones Arico y el Circulo Republicano Manolín Abad.

Y no cejaron, después de encontrar los restos de Ramón, siguieron hasta encontrar a los 26 de Angües. Y todo ello culmino en el acto del domingo pasado, aunque Martin ya no pudo contemplarlo, una de sus hijas y una de sus nietas estuvieron representándolo y pusieron voz a sus palabras.