LAS ELECCIONES NO SELECTIVAS
Compramos con las tripas, justificamos con la cabeza.
Lo mismo pasa con las opciones políticas a las que damos nuestra confianza.
No sé ya si somos una nación sociológicamente de izquierdas, tengo mis dudas. Y más desde que estamos inmersos en la sociedad de la «desinformación», perdón, de la información.
Cuando comenzó el experimento democrático como culminación de la revolución burguesa, se repitió una suerte de nueva sociedad feudal estamentaria con el sufragio censitario, no todos votaban solo quienes tuvieran propiedades, requisito lógico cuando la clase hegemónica es la burguesía, no digamos ya las mujeres, que no contaban socialmente excepto en funciones perfectamente clarificadas ,algo que perdura hasta nuestros días en muchos aspectos.
Con el progreso de las libertades sociales y políticas, casi siempre después de enormes conflictos históricos, la llegada del sufragio universal y, poco a poco, del voto femenino, parecía asegurarse la hegemonía de una izquierda que ya previó la socialdemocracia alemana, traidora o precursora, según la visión política del consultado.
Ahora, estamos donde estamos, tras la revolución de la información, cuando se deshecha el papel (cumplidos ya los objetivos del mismo)y todos llevamos un ordenador en el bolsillo, las viejas recetas servidas en nuevos contenedores resultan perfectamente plausibles, viables y deseables para unos enormes segmentos de población.
Hay problemas…busquemos culpables ,quienes son…no, desde luego, quienes pueden manejar el juego desde las sombras, es mejor echar la culpa a alguien visible, a los izquierdistas (que piden cosas imposibles),a los inmigrantes (este nuevo lumpenproletariado),a los partidos tradicionales (que no han hecho gran cosa para solucionar el día a día de la ciudadanía, lo que suele resultar bastante cierto)…Y ¿quiénes señalan con el dedo? la versión moderna de los ultraliberales ,ellos están en disposición de dar soluciones rápidas y fáciles a problemas muy complicados o, al menos, eso ofrecen a la ciudadanía conectada(es decir, a todos).
Si, puede que este país no sea ya ideológicamente de izquierdas, aunque o mucho tiene que cambiar la situación o lo seguirá siendo sociológicamente. La burguesía , por fin, obtiene su mayor triunfo ,ganar las elecciones con sufragios verdaderamente populares. Ni en sus mejores sueños ,cuando comenzó el juego democrático, podían haberlo llegado a imaginar.
Como dice un viejo amigo, «tonto obrero es aquel que vota a su jefe», pero esto es lo que hay.
Mucho trabajo por hacer, pues con estas bases ideológicas ,la Memoria Histórica ,seguirá siendo una quimera en una país que necesita hacer las paces con su pasado, y que puede llegar a repetirlo si creemos en esas soluciones viejas ,que la sociedad actual acepta como novedosas por ignorancia y obcecación, así será muy difícil conseguir una democracia real y quizás, acabemos repitiendo gravísimos errores del pasado.