“El exilio de los republicanos aragoneses en Francia. Una historia de trabajo, lucha y supervivencia” (1939-1945).

Si habéis viajado por el sur de Francia, habréis visto que existen una gran cantidad de negocios con nombres españoles.
Esto no es fruto de la casualidad, ni de la cercanía fronteriza exclusivamente.
Se trata, más bien, del resultado de uno de los desplazamientos demográficos más grandes de nuestra historia, el que se produjo a finales de la Guerra Civil, cuando los perdedores hubieron de exiliarse para salvar la vida.
Desde la Guerra de la Independencia, el pueblo nunca había sufrido tanto las consecuencias de un conflicto bélico. Si en aquella contienda los enemigos fueron los franceses, en esta última fueron los que, de mejor o peor manera, nos acogieron…..

La caída de los diferentes frentes de batalla en España dio como resultado cinco movimientos migratorios de diferentes proporciones. Los cuatro primeros tuvieron como destino la Francia metropolitana.

Quienes permanecieron en territorio francés, fueron recluidos en campos de internamiento. Para salir de ellos buena parte de los internos decidió alistarse en compañías de trabajo, unidades de combate, batallones de marcha o Legión Extranjera. Comenzaban así un exilio combatiente en el que miles de ellos continuaron el combate que contra el fascismo internacional iniciaron en España en 1936, esta vez integrando las filas de las Resistencia francesa.