Tras el homenaje virtual del año pasado a José Miguel Montorio «Chaval» éste ya hemos podido, afortunadamente, retomarlo presencialmente.
Un día veraniego para que nuestra compañera, Mercedes Sánchez, comenzase el homenaje a los borjanos con la lectura del poema que Lourdes Fajo, hizo entrega a su madre Ana cuando colocamos el monolito en Tierga:
Silencio
Silencio he dicho
Silencio han dicho
Silencio dijeron
Y el silencio trajo a los pinos del abandono
Y a las carrascas que nacen de los muertos
Adiós a los olmos
El tiempo vuela lo mismo que las balas, en cualquier lugar
de esa España que dimitió de la razón y del sentido común
Silencio
Silencio
Me duelen las entrañas
Van a sacar a los muertos de debajo de las piedras
Huele a pena, huele a grito, huele a sin razón
Huele a lágrimas de madres, de esposa, de hijo, de abuelos
Huele a incomprensión
Dedicatoria: para Ana con cariño, porque todo llega.
Lourdes Fajo (2011)
Mercedes continuó, nombrando a los asesinados de Borja que figuran, en la placa que los recuerda, a la entrada del cementerio, y ante la cual nos encontrábamos, recordando pinceladas de sus vidas, sus familias y la represión a la que fueron sometidos, tres de ellos familiares suyos.
Tras la ofrenda floral nos encaminamos al columbario donde descansan las cenizas del guerrillero borjano.
Las intervenciones de Enrique Gómez, presidente de ARMHA, y del alcalde de Borja, Eduardo Arilla hicieron una pequeña semblanza del guerrillero, todo ello salpicado con la intervención musical del Coro Libertario de Torrero.
Los terribles años de lucha de los maquis contra el franquismo tras la guerra, han de seguir siendo recordados, año a año, para devolver la dignidad a unos héroes, que fueron tildados de bandoleros, por el régimen asesino de Franco.
Grabaciones de Dionisio Sánchez