Una vez en la entrada del pueblo de Fornillos, girar a la izquierda hacia el depósito elevado de agua. Dejar el coche y acceder a la gruta andando hacia la izquierda
La cueva es pequeña y pudo haber sido empleada como polvorín. Hay inscripciones labradas en las piedras. El pueblo en sí formó parte del asedio que la República sometió a la ciudad de Huesca desde agosto de 1936 hasta marzo de 1938. Pudo haber sido también uno de los lugares desde donde, en la ofensiva de Huesca de junio de 1937, se ubicó el Centro de Transmisiones que coordinó la maniobra.
Fuente: Vestigios de la Guerra Civil en Aragón (Huesca)
Hoya de Huesca-Plana de Uesca