Estos días nos han inundado con noticias sobre la exhumación de Franco, todos los medios de comunicación se han hecho eco de ello.
Entrevistas a los nostálgicos del franquismo, entrevistas a las asociaciones memorialistas.
Se ha corregido un agravio contra todas las víctimas asesinadas por el genocida.
Preocupa la ignorancia, sobre todo de las nuevas generaciones, consecuencia de nuestro sistema educativo, se sigue pasando de puntillas sobre la Guerra de España y el Franquismo.
Esperemos que no se quede solo en este acto, y sea el primero de muchos para reparar esa asignatura pendiente de la tan alabada democracia española.
El derecho a la verdad, la recuperación de todos los desaparecidos, recordemos que en cuelgamuros quedan más de 33.000 personas, cuyos restos, la mayoría de ellos, fueron trasladados sin consentimiento de sus familiares, recordemos también a los más de 120.000 que quedan en fosas comunes y cunetas.
Mercedes Abril, lleva toda su vida intentando recuperar los restos de su padre, uno de los muchos trasladados a ese Valle de los Caídos.
Rafael Abril Avo, tenía 26 años cuando la sublevación militar estalló, trabajaba en la estación de ferrocarril de Claras de Ribota, donde vivía con su mujer, su hija Mercedes tenía 3 años.
Antonio y José Cansado Lamata, fueron detenidos en septiembre del 36, asesinados y enterrados en una cuneta. Sus restos trasladados al Valle de los Caídos.
Pascual y Jesús, hijos de José sobrinos de Antonio, Pascual tenía 14 años y Jesús 6.
Estas son sus historias que son comunes a todos aquellos que allí fueron trasladados.
El presidente en funciones, Pedro Sánchez, se ha comprometido a apoyarles para la recuperación de sus familiares. ¿Será verdad?
Recordemos que hay una sentencia judicial sobre Manuel y Antonio Lapeña Altabas, también aragoneses, autorizando la exhumación de sus restos, han pasado tres años y todavía sigue pendiente.
¿Podrán sus hijos ver cumplido este deseo?, ¿tendremos que seguir los nietos y biznietos reclamando justicia?