Se puede ir desde el pueblo de Fornillos o bien tomando antes de llegar al mismo el desvió de la carretera que va hasta una presa.
En el primer caso, coger el camino que sale a la derecha de la iglesia y enlaza con la carretera mencionada. Girar a la derecha al llegar a la carretera y al poco hay una entrada a una pista a la izquierda llamada pista de los rojos. Un poco más allá se encuentra a la izquierda otro desvió a otro camino. A la izquierda del camino en un cortado y a unos cien metros de la carretera se encuentra la piedra. No se ve a simple vista. Hay que asomarse y bajar al campo de labor. Esta justo al lado de los restos de unas antiguas edificaciones en piedra seca.
Si se opta por ir por la carretera hacia la presa, viniendo directamente de Huesca la entrada al camino está a la derecha situada un poco antes de llegar a la mencionada “pista de los rojos”
En la piedra está esculpida una frase que dice: “Rincón del combatiente”, debajo de una estrella de cinco puntas en un círculo a la derecha y otra a la izquierda. Debajo de la frase están inscritos los números: 4ª Cía., 1er Bon, 133 BM / 31 División. [BM es Brigada Mixta] La piedra tiene un tamaño de más de dos metros de alto por casi cuatro de ancho. Es una labor de cantería importante. Hay un hipotético peligro de desprendimiento. Al lado se encuentran restos de lo que pudieron ser habitáculos de los soldados. El pueblo en sí formó parte del asedio que la República sometió a la ciudad de Huesca desde agosto de 1936 hasta marzo de 1938. Fue ocupado por los milicianos anarquistas a principios del mes de septiembre de 1936. Cada unidad organizaba o constituía su propio “Rincón del Combatiente”. Eran lugares de descanso y ocio donde la tropa se relajaba y empleaba su tiempo libre en lecturas.
Fuente: Vestigios de la Guerra Civil en Aragón (Huesca)
Hoya de Huesca-Plana de Uesca