La antigua fábrica de yesos López yesos ocupaba una extensión comprendida entre la parte trasera de las parcelas de la calle Triana al norte, los actuales pabellones del Tío Jorge al sur, la Avenida de América al este y Fray Julián Garcés al oeste.
En una de las naves se habilitó un polvorín y en el solar descampado más cercano a la prisión, estaban situadas las ametralladoras y los antiaéreos.
El 5 de noviembre de 1937, la aviación republicana bombardeó este lugar.
En un diario de Bujaraloz, al día siguiente se relataba así la noticia ¨El polvorín situado en las inmediaciones de la cárcel, en la Fábrica de yesos López, quedó destruido por completo. El incendio que se produjo hizo que estallaran todas las existencias allí almacenadas». La fábrica era muy a propósito para guardar municiones, y de ella no queda más que un enorme montón de tierra. Trozos de las paredes fueron lanzados a enorme distancia. Las explosiones en la fábrica duraron dos días…¨
El polvorín primigenio se situaba detrás del Cementerio y llegaba hasta el Barranco de la Muerte