La asociación Coses del Poble, de Mequinenza, realizo durante los fines de semana del 28-29 de julio y 4-5 de agosto, un acto de homenaje y recuerdo a los acontecimientos vividos durante la guerra civil en el municipio.
Se rememoran los 80 años de la Batalla del Ebro que en estas tierras se vivió como la «batalla dels Auts», en nombre del lugar de los sangrientos combates que segaron la vida a centenares de jóvenes de ambos bandos.
Los actos consistieron en una «performance» en la calle, una exposición en la plaza del ayuntamiento donde, en unos paneles, 12 carteles recuperan del olvido diferentes sucesos:
La sublevación militar (recuperando los nombres de sublevados y luchadores contra la sublevación hijos del pueblo repartidos por diferentes lugares de España que combatieron durante las primeras jornadas),
El paso de las milicias por Mequinenza (y los nombres de los mequinenzanos que se alistaron voluntarios en las columnas para defender la República) y las víctimas de la represión de retaguardia (con el nombre de los dos difuntos a manos de la Brigada de la Muerte de Caspe);
La movilización (con la lista de los 45 jóvenes del pueblo muertos en combate)
Las víctimas de los bombardeos (con los datos personales de los 12 civiles muertos por las bombas lanzadas),
La entrada de los sublevados (con la huída de la mayor parte del pueblo y el inicio del terror represor fascista),
La propia batalla dels Auts,
Los refugiados que acabaron en los campos franceses (con más de 405 exiliados del pueblo),
La trágica historia de los mequinenzanos recluidos en los campos nazis (hasta 10 hijos y vecinos del pueblo pasaron por ellos, la mayoría sobreviviendo);
Una nota breve sobre aquellos hijos del pueblo que acabaron en el exilio lejano, desde américa hasta la URSS.
Un décimo cartel con la relación de los mequinenzanos que pasaron por los campos de concentración y batallones de trabajo franquistas (71 hombres); la relación de los 190 vecinos de Mequinenza que pasaron por las cárceles franquistas; y finalmente una breve historia de los 13 hijos o vecinos del pueblo ejecutados por el nuevo régimen o muertos en prisión.
La exposición ha sido un exito, por ella han pasado más de 200 visitantes y han aportado nuevos nombres que servirán para recuperar la memoria histórica silenciada durante 8 décadas.
El formato ha sido transgresora: por primera vez se hacía un acto público de estas características, hablando sobre la represión y la violencia sufrida, se ha realizado en la calle para acercar más este problema a la población, y en catalán (o mequinenzano), lengua materna del pueblo que ha sido apartada sistemáticamente del espacio cultural y público.
